Y ya puesto y tras entender el alcance de su mágico poder no les pedí que la gente dispusiera siempre de alimentos, no, sino que desapareciera de una puñetera vez la necesidad de comer. Que no tuviéramos que ganarnos nuestra existencia a base de sudor, sino de risas. Que estuviéramos tan sanos como las peras y tomates de antes. Que no se tiraran tiros ni bombas, sino pedos enormes contra las guerras. Que los ríos y el mar recobraran su pureza perdida. Que todos fuéramos hermosos, sabios, buenos, inteligentes, y se nos tratara por igual. No les pedí que todos dispusiéramos de una vivienda digna y con ella el recibo de la contribución… que va, que va, de eso nada, les pedí que pudiéramos dormir desnudos sobre la hierba, como niños, sin miedo a la noche, cobijados entre cálidas brisas y velados por una limpia y hermosa cúpula estrellada. |
888pablo888 » Artículos » UNA JODIDA CARTA » Capítulo 03/06 |
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